El sector financiero hizo su aporte para que haya afluencia de dólares en la Argentina. Y esto estuvo directamente relacionado al sinceramiento fiscal, es decir, al blanqueo de capitales que se cerró el viernes por encima de los U$S 110.000 millones. También ingresaron a través de las liquidaciones de exportadores. Fernando Marengo, asesor económico-financiero de Arriazu Macroanalistas abonó este comportamiento del mercado de divisas. “Además del blanqueo, hubo una cosecha récord, un acceso del gobierno al mercado internacional de capitales para financiar el déficit y altas tasas implícitas en dólares que fomentan el ingreso de capitales especulativos”, enumero en su contacto con DINERO. Paralelamente, mencionó también que el Banco Central de la República Argentina ha decidido no intervenir.

“De todas maneras -aclara el economista-, una parte importante de estos factores tienen un alto componente estacional”. Esto implica que el efecto de disminución del valor del dólar se observará en la primera mitad de este año. De julio a diciembre, otro fenómeno se sentirá en el mercado cambiario: las elecciones parlamentarias de medio turno. “Resulta difícil observar una depreciación para entonces. Me jugaría más a decir que desde ahora y hasta fines de año el Tipo de Cambio Real (TCR) se mantendría en los niveles actuales”, estimó el experto.

La cotización de la divisa estadounidense cerró marzo con pérdidas respecto del peso, a raíz de la sobreoferta de divisas que presionó a la baja la cotización. “La segunda baja mensual consecutiva de los precios del dólar lo alejaron de los máximos conseguidos desde el inicio de 2017 y lo han colocado nuevamente en los niveles más bajos del año, repitiendo un rango muy similar al de mediados de febrero pasado”, mencionó Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio.

“Frente a una constante baja del dólar y suba del peso, hay en el mercado una serie de inversiones con muy buenas tasas de interés de rendimiento alentadas por el ente financiero; ante un dólar ‘planchado’ y en continuo retroceso no hay otra mejor alternativa que hacer ese negocio”, dijo Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios, consignó la agencia DyN.

Durante la semana Econviews, la consultora del economista Miguel Kiguel, le puso ruido al mercado cambiario. Pese a que la mayoría de sus colegas consultados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central pronostica que el dólar cerrará el año por debajo de los $ 18, Econoviews vaticina una suba del tipo de cambio en torno de un 20%.

La economía argentina es demasiado sensible al precio del dólar. Por ello, cuando se produce una suba de su precio, generalmente, hay un brusco reacomodamiento, lo que repercute en los salarios y en la actividad económica, advierte el consultor Eduardo Robinson. Asimismo, cuando hay un periodo de atraso cambiario, es decir, el precio del dólar se incrementa menos que el resto de los precios de la economía, surgen problemas relacionados con pérdida de competitividad en los sectores exportadores y se abaratan las importaciones, lo que preocupa a los sectores industriales. Es lo que sucede por estos meses. “El blanqueo, la colocación de deuda el año pasado por U$S 22.000 millones y en lo que va del año por U$S 3.000 millones, y en los meses que vienen la liquidación de la cosecha gruesa, son todos factores que engrosan la oferta de divisas, lo que reduce la probabilidad de una suba significativa del dólar”, remarcó Robinson.

En este marco en el que el dólar se encuentra relativamente barato, y no hay cepo, las personas destinan parte de sus ingresos a la compra de dólares. Los tienta el precio, con la expectativa de que haya una suba en los próximos meses.

Pero, las preguntas pertinentes son: ¿cuál es el dilema que tiene hoy el gobierno con el dólar?, ¿cómo se corrige el atraso cambiario sin alentar la inflación? El dilema es cómo mantener el atraso cambiario sin afectar las expectativas de una brusca devaluación y por otro lado reactivar el sector industrial que viene castigado en los últimos años. El otro problema es, implementar algún mecanismo para subir el precio del dólar sin alentar expectativas de mayor inflación.

¿Qué puede hacer el gobierno en este escenario? “No puede devaluar y tiene que reactivar la economía. En efecto, la política económica del gobierno, se basa en sostener que el verdadero factor de reactivación pasa por disminuir la tasa de inflación, recuperar el salario real, estimular la inversión y reducir el déficit fiscal”, puntualizó. Es decir, el acento no está puesto en sobre expandir el consumo fogoneando el gasto público. Por lo tanto, para el gobierno, las ganancias de competitividad deben estar basadas en mejorar la productividad mediante la inversión, no en una devaluación. Pero, este camino lleva tiempo.

Sin fluctuaciones

Es de esperar, entonces, que el dólar no tenga variaciones importantes hasta muy cerca de las elecciones, período que puede inducir una mayor dolarización por la propia incertidumbre que genera, y que suba el tipo de cambio. Pero, con la sobreoferta de dólares, la probabilidad de una suba significativa es muy baja. Por lo tanto, indica el titular de la consultora Robinson & Asociados, no habrá correcciones en la cotización de la divisa, el gobierno no piensa que una devaluación sea reactivante en las actuales condiciones. “Tratará de desacelerar la inflación, como uno mecanismo para recuperar el tipo de cambio real. Por ello, no parece que sigan bajando los subsidios en las tarifas de servicios públicos, más allá de abril con el propósito, precisamente de reducir el índice inflacionario”, finalizó.